La salud mental es uno de los temas más difícil de conversar en muchas familias y la hispana no esta exenta. A pesar de las campañas para educar sobre estos temas se hace difícil romper ese ciclo que por años construimos. Recuerda cuando llorabas y te decían aguanta que los hombres no lloran, o tenías cualquier situación y te decían deja la lloradera y ponte fuerte. Consumir bebidas alcoholicas desde jóvenes o aprender a fumar era la moda. Entonces como le hacemos para romper esas cadenas generacionales. Como hacemos para prestar más atención a nuestros hijos y enseñarlos a entender y a compartir sus emociones sin ser juzgados.
Cuando alguien padece de Diabetes no dejamos de invitarlo a un cumpleaños. Sabemos que van a haber comidas y dulces que la persona quizás no puede comer y hacemos concesiones y nos aseguramos de que haya algunas opciones más saludables para la abuela o la tía diabética. Sin embargo, cuando una persona esta deprimida, no hacemos concesiones. Si no quiere venir que no venga, o usamos frases como eres una persona amargada, y no nos detenemos a pensar que es lo que le pasa. No preguntamos como podemos ayudarle. Y eso es algo muy importante, porque no es ayudar en lo que uno quiere o le es más conveniente sino preguntándole a la persona como le podemos ayudar. Esto incluye ayudándole a buscar recursos profesionales que puedan ayudarlos.
El suicidio es algo que ha afectado a muchas familias. Es bien difícil sobreponerse a la perdida de un ser querido y al sentimiento de culpa que nos agobia. Siempre queda la pregunta de si pudimos haber dicho o hecho algo diferente. Es importante entender que las personas no se suicidan porque qui
eren morir, sino porque quieren acabar con el sufrimiento que tienen. Esto es importante porque nos permite ser más benévolos con nosotros mismos. Los sobrevivientes a intentos de suicidio confiesan que su intención no era quitarse la vida, y que en lo que pensaron en lo que parecía sus últimos momentos solo pedían vivir y se arrepentían de sus actos. Por eso es tan importante hablar con nuestros hijos, con nuestros familiares y amigos sobre todo si están pasando por una situación de crisis como la perdida de un ser querido, un divorcio o rompimiento de una relación sentimental, perdida del trabajo, cambios en la escuela etc.
Algo sumamente importante, estar alerta y si una persona le confiesa que quiere atentar contra su vida, pregunte por que, pregunte cual es el plan que esa persona tiene para hacerlo y algo muy importante busque ayuda profesional de inmediato. Recuerdo que de niño escuchaba a los adultos decir “el que dice que se va a matar no lo hace”, los estudios demuestran que es todo lo contrario. La mayora de las personas que se suicidan ha expresado en algún momento sus deseos de terminar con su vida y su sufrimiento. ¿Sabías que las niñas en la secundaria son uno de los grupos con más alto porcentaje de intento de suicidio? Estemos alerta.
Según nami (alianza nacional para enfermedades mentales) “A pesar de que la comunidad latina muestra una predisposición similar a las condiciones de salud mental, cuando son comparados al resto de la población lamentablemente hay discrepancias en el acceso a tratamiento y en la calidad de tratamiento que reciben. Esta desigualdad expone a los latinos a un riesgo más alto de tener una condición de salud mental o un episodio de crisis. Como comunidad, los latinos son menos propensos a buscar consejería o tratamiento psiquiátrico para su la salud mental. Según la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA, por sus siglas en ingles) en el 2012, solo un 27.3% de latinos con una condición de salud mental buscaron ayuda profesional para el cuidado de su salud mental “
Estemos alerta en este mes y los 365 días del año. Si sabes de alguien que quiere atentar contra su vida llama a la línea de prevención de suicidio de nami al 888-628-9454 o llama al 911 inmediatamente.
Y recuerda que una comunidad informada siempre será una comunidad mas saludable.
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